A pesar de la deforestación de 50 años del siglo pasado y 20 años de éste, Ecuador aún conserva una masa forestal importante que cubre el 56,7% del territorio nacional. Los bosques son un gran tesoro, que conserva una riquísima biodiversidad y absorbe millones de toneladas de carbono. Una parte importante de la masa boscosa del país está en los 62 Parques Nacionales y Áreas Protegidas, que representan 20,29% del territorio ecuatoriano. Del ecosistema del Chocó, al norte de la Costa y noroccidente de Pichicha, solo queda un 5% de su extensión original; es un remanente extraordinario de biodiversidad con relevancia global.  Los manglares son un tipo de vegetación con mayor capacidad de absorber el Carbono, en algunos lugares de 10 o 15 veces más de lo que hace un bosque húmedo tropical o un bosque nuboso. Los manglares que aún existen son muy valiosos porque protegen nuestras costas y son sitios de reproducción de gran cantidad de seres marinos. Debemos cuidar los bosques ecuatorianos con gran dedicación. Datos al 2014, indican que el Ecuador tenía 12,75 millones hectáreas de bosques. 6 millones de hectáreas están en manos de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas. Si se incentiva el cuidado y mantenimiento de los bosques a sus dueños con compensaciones monetarias por absorción de carbono, los resultados serán excelentes. Nuestros bosques tienen excepcionales condiciones para calificarse como áreas de alta jerarquía y esto permite acceder a pagos de más de 100 dólares por tonelada absorbida al año, lo que favorecería enormemente a las comunidades indígenas. Al recibir los pagos por el carbono absorbido, los guardianes del bosque podrán acceder a una vida digna. Conservar nuestros ecosistemas a través de mecanismos de compensación de carbono permitirá además que las comunidades que viven en esas zonas puedan mantener su cultura y tradiciones, su cosmovisión y elementos que definen su identidad, con gran orgullo. Cuando los bosques están bien mantenidos y la fauna se recupera, el valor de estos sitios es enorme para el turismo, lo que mejora la calidad de vida de las comunidades locales. Tenemos áreas boscosas de interés mundial y el manejo de nuestros tesoros naturales nos traería la oportunidad de ofrecer a los visitantes una verdadera inmersión en un bosque tropical. El ecoturismo es una opción exitosa para garantizar la conservación de ecosistemas frágiles y de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona.