La revista Vistazo, en su edición de enero, destacó las acciones que realizamos desde la sociedad civil, para apoyar a la población más afectada durante la emergencia sanitaria por el Covid-19. Como mentalizador del Fondo Por Todos, me sorprendió mucho la respuesta solidaria que recibimos de parte de los ecuatorianos, para ayudar a nuestros hermanos. Todo comenzó una noche mientras veía las noticias. Me conmovió mucho el drama de lo que ocurría en Guayaquil. Hubo un momento en que dije: “Esto no puede seguir así”. Tomé el teléfono y comencé a realizar llamadas. A las tres semanas de haber comenzado, ya habíamos logrado conseguir alrededor de 7 millones de dólares. Todos los recursos recibidos fueron destinados para entregar alimentos a las familias que estaban en situación de vulnerabilidad, durante el aislamiento; insumos de detección y materiales de bioseguridad para los médicos y personal de primera línea; y la creación de centros de triaje externos, para evitar que los pacientes con síntomas diferentes estén expuestos al contagio. vistazo Roque Sevilla Vistazo, en un artículo que publicó sobre mi gestión, resalta lo siguiente: “Capacidad de liderazgo, buena voluntad y transparencia. Sevilla mostró que era posible ponerse la camiseta de la solidaridad en la pandemia y motivó a otros empresarios a hacerlo”. Realmente, fue un trabajo conjunto de muchos colegas y amigos empresarios, a quienes quiero agradecer por aportar significativamente a esta causa. Adicionalmente, también quiero agradecer a todos los ecuatorianos. Cada uno puso un granito de arena, que nos permitió llegar con ayuda a todos los rincones. Sin su apoyo, no hubiese sido posible que el Fondo Por Todos brinde asistencia a más de 600 mil personas en 20 provincias de todo el país, en especial en las comunidades de la Amazonía, guardianas ancestrales de nuestra sabiduría y tradiciones, que se encontraban en grave riesgo por el Covid-19. Sin lugar a dudas, la solidaridad fue el sello de fábrica de un año tan complejo como lo fue el 2020. Gracias a este sentimiento de unidad, Ecuador pudo salir adelante y comenzar a ver la luz al final del túnel. Todavía nos falta mucho por hacer, pero ahora sabemos que todo es posible si trabajamos juntos, dejando de lado las diferencias y los rencores.