El reconocimiento es fundamental para inspirar Recibir un reconocimiento es una oportunidad para ratificar nuestro compromiso. En mi trayectoria como ecologista, cada vez que recibí una distinción honorífica, lo he tomado como una oportunidad colectiva. Cuando fui listado entre las 500 personas del mundo trabajando con pasión por el ambiente, – el Global 500 de la UNEP – me alegró la agenda de conservación del Ecuador alcanzó relevancia global. Entre los méritos que destaca esta distinción global es haber generado atención en la opinión pública sobre la importancia de conservar la naturaleza y recursos naturales, a través de mi labor en Fundación Natura, y otras organizaciones donde he participado activamente. Es también destacado que como Director Nacional Forestal logré establecer la Reserva Biológica de Limoncocha en la Amazonía ecuatoriana. Esta distinción resume un recorrido largo al que se suma el trabajo de muchas personas. En especial fue crítico iniciar la Fundación Natura, entidad que además de ejecutar programas y proyectos, logró consolidar una voz con alto nivel de incidencia en la opinión pública. El camino de la conservación del ambiente, no es más que la búsqueda de diálogo y acuerdo, mirando hacia el futuro.